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Hablando y sin palabras

"No me quieren por ser vieja"

Veníamos en el mismo autobus, mismo asiento. Yo, dispuesta a escuchar y ella, con ansías de hablar.

La conversación comenzó como puede comenzar cualquier otra, preguntando sobre una dirección, ésta se trataba del edificio donde se encuentra la fiscalía de la mujer, le indiqué en qué estación tendría que bajarse, cuánto caminaría y al final le dije que yo iba por ese rumbo, así que me ofrecí a mostrarle el camino.

La señora inmediatamente me contó el por qué de su visita a dicho lugar. Su objetivo era denunciar a su hija quien la obligaba a trabajar y se dedicaba todo el día a maltratarla física y emocionalmente, tratándola como un ser inservible y sin beneficio y se atrevía a correrla de su propia casa.

Llegamos a la estación, caminamos juntas y ya le indiqué hacia donde ir.

Dos horas después yo tenía que salir de nuevo asi que me dirigí hacia la estación a buscar el autobus y la señora volvía ya mas tranquila.

Obtuvo una citación para su hija y la promesa de que sus problemas cesarían pronto.

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